Biografía de Julia Elena Estupiñán Ortiz

Nació en RIOVERDE el 21 de diciembre de 1913, cuando los guayacanes vestían la tierra de amarillo y en plena revolución de Concha.
Padres: Roberto Ortiz Jiménez
y Julia Estupiñán Cortés de Ortiz.

Perdió a su madre a los 13 días de nacida y a su padre a los 2 años, ambos víctimas de la situación que vivió Esmeraldas durante esa revolución.

Creció en la hacienda “La Libertad” en Rioverde bajo el cuidado de su abuela materna doña Domitila Cortés Méndez de Estupiñán y junto al hermano de su madre, su tío Julio César Estupiñán Cortés, de quienes recibió mucho amor y una formación rica en valores morales, culturales y cívicos, su infancia se desarrolló en un hermoso ambiente que compartió con sus primos hermanos. De cuya niñez guardaba sus mejores recuerdos.

A los 17 años luego de fallecer su abuela, preocupada por superarse y con el deseo de servicio a los demás, siguió cursos de pedagogía y enfermería, habiéndose hecho merecedora a los 19 años, a ser reemplazante de un maestro normalista en la Escuela Juan Montalvo, también fue maestra fundadora de la Escuela Alejandrino Velasco, en lo que hoy es Palestina de Rioverde.

En 1934 desempeñó sus labores docentes en la Escuela 24 de Mayo, parroquia Rioverde, y fue seleccionada para capacitarse en Quito, con la finalidad de crear escuelas experimentales en la provincia.

En 1935, pasó a Esmeraldas como profesora de la Escuela 5 de Agosto, fue socia fundadora de la Sociedad Protectora de la Infancia de esta ciudad, la cual consiguió del Ministerio de Previsión Social, autorización para la creación de la sala de niños del Hospital Delfina Torres de Concha, a la que dotaron de lo más indispensable a través de ese Ministerio.

En 1935 contrajo matrimonio con el señor Nelson Estupiñán Bass, habiendo procreado 2 hijos:

Sonia, graduada de Secretaria en el Colegio Nacional Experimental 24 de Mayo de la ciudad capital, y Alfredo (+), ingeniero civil eléctrico graduado con honores en la Universidad Técnica de Santiago de Chile, habiéndose luego desempeñado como profesor de la misma en Santiago y luego en Punta Arenas.

Abnegada y tierna madre y excelente esposa que apoyó y luchó con don Nelson en todas sus actividades y colaboró desde el inicio hasta la culminación, en sus primeras obras literarias como son: “Timarán y Cuabú” y, especialmente con datos para el libro “Cuando los Guayacanes Florecían”, proporcionados en gran parte por su primo hermano don Julio Estupiñán Bueno, este último fue publicado en 1954, al cual antes de su publicación tituló Tagua, luego Julia y finalmente le puso el nombre en honor a su esposa que nació en Diciembre y a la hermosura que imponía a Esmeraldas la belleza del amarillo de las flores de dichos árboles en ese mes.

Juntos instalaron la Librería LUZ (Inició en la parte baja de la casa de su tío Julio César Estupiñán Cortés frente a donde era el cine Esmeraldas, luego se trasladaron a la parte baja de la casa de la familia Nevárez en Bolívar y Manuela Cañizares) primer negocio en su género en la provincia, que contribuía grandemente a la cultura, pues, los libros, revistas como El Peneca, Billiken, El Hogar, Rosalinda, La Familia y periódicos, eran de excelente calidad, lograron importar directamente algunas publicaciones, su eslogan era ILUMINA LOS 4 PUNTOS CARDINALES DE LA CULTURA. En poco tiempo el establecimiento se convirtió en otro centro de reunión de lectores dedicados a diferentes actividades, Julia Elena siempre recordaba la visita constante de la señorita Gelma Villacrés, culta mujer que cumplió importante labor social y de uno de los grandes héroes, el coronel Rafael Palacios

Luego de la disolución del vínculo matrimonial en 1948, trasladó su residencia a Guayaquil con sus 2 hijos, donde vivían sus hermanas, allí continuó con el mismo negocio, hasta que en 1950 ingresa a trabajar en LEA y Sanidad, en el programa de prevención de la tuberculosis, fue ascendida a Supervisora Nacional de Vacunación Antituberculosa. Por su experiencia le cupo el honor de dictar un curso a 3 médicos extranjeros enviados por PAMA, habiendo recibido luego propuestas para iniciar las campañas en sus países, las que no aceptó para no alejarse más de sus hijos que se encontraban estudiando en Quito, siempre contó con el apoyo incondicional de sus cuñados Edilma Angélica y César Névil Estupiñán Bass.

Gestionó la creación de la oficina de vacunación en Esmeraldas, trabajó en varias provincias poniendo siempre en alto el nombre de la institución. Participó activamente en el Comité Pro Cantonización de Rioverde.

Al cumplir sus 100 años aún se deleitaba escribiendo poemas, su pasión era la lectura y la música, de esta última que no pudo disfrutar a cabalidad sus últimos años debido a su limitación auditiva. Siempre con el mismo deseo de servicio a los demás, no perdió nunca su espíritu de lucha, ejemplo de sensibilidad, constancia y esfuerzo en el trabajo, que cumplió en la vida con honestidad, corrección y honradez.

Sus hijos y descendencia se sienten orgullosos de ese legado que con amor continuó entregándoles hasta el final.

Al cumplir sus 100 años leyendo y escribiendo la muerte la sorprendió en la noche del 24 de Octubre del 2014, cerca de cumplir los 101 años.

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